DOS AÑOS DESDE EL PARO 21N: POR EL

DERECHO A LA VIDA Y A LA PROTESTA

El 21 de noviembre del 2019 fue el inicio de una de las movilizaciones sociales más grandes e importantes en la historia reciente de Colombia: el Paro Nacional 21N. Lo que en principio fue una convocatoria por parte de las centrales obreras, pronto se convirtió en una manifestación a nivel nacional al integrar a diferentes sectores de la sociedad inconformes con las medidas del Gobierno en temas laborales, pensionales y educativos, para destacar algunos. Sin embargo, las jornadas de manifestaciones se vieron permeadas por las confrontaciones entre la ciudadanía y la Fuerza Pública, que nos llevaron, desde El Avispero, a realizar distintas campañas exigiendo el respeto por el derecho a la vida y a la protesta.

En contexto:

Ese año, múltiples circunstancias y problemáticas desencadenaron el inconformismo por parte de la ciudadanía. Por aquel entonces se hablaba acerca de reformas al sistema de pensiones y en el ámbito laboral, dos temáticas clave para una sociedad que cada vez ve más lejos su oportunidad de tener buenas condiciones laborales y la posibilidad de una pensión. Además, la crisis en la Universidades Públicas y los acuerdos no tan fructíferos con la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) ya habían generado manifestaciones masivas y un aire de agitación social mucho más denso.

 

Todo esto, sumado a otras problemáticas como la falta de representatividad de las comunidades indígenas, la violencia en los territorios, la precaria implementación de los Acuerdos de Paz, el asesinatos sistemático de liderazgos sociales y defensores del medio ambiente, generó un descontento generalizado que se sintetizó en las protestas del 21N.

 

Dos años después, recordamos este acontecimiento como uno de los más significativos en la historia de las movilizaciones sociales en Colombia desde la firma del acuerdo de paz. El paro del 21N tuvo tanta acogida por la población en general que ciudades como Bogotá, Medellín y Cali estuvieron prácticamente paralizadas por los monumentales ríos de personas que marchaban por sus principales vías, alzando su voz y manifestando su inconformismo con el Gobierno actual. 

 

Asimismo, la ciudadanía no ha podido olvidar los hechos de violencia en contra de los manifestantes por parte de las Fuerzas Armadas. El repudio, en especial, hacia el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) tomó tanta fuerza que hoy la reforma estructural a la Policía es uno de los debates más candentes para las elecciones del 2022. Recordemos el caso que más llamó la atención en los medios y causó mayor descontento social: el asesinato de Dilan Cruz Medina, un joven recién graduado de bachillerato quien marchaba exigiendo garantías por parte del gobierno para acceder a la educación superior. El joven, alcanzado por un proyectil de fabricación artesanal el 23 de noviembre, estuvo en la UCI del Hospital San Ignacio hasta su lamentable fallecimiento el 25 de ese mes.

 

La indignación ante este hecho ha suscitado un debate en torno a cómo el Estado criminaliza a las personas que se manifiestan y la visión bélica bajo la cual siguen operando las instituciones de seguridad. En cifras, tan solo en las manifestaciones del 21 de noviembre de 2019, los Centros Reguladores de Urgencias y Emergencias reportaron 123 personas heridas. Este tipo de violencia no sólo se dio en aquella ocasión, en las movilizaciones que se dieron entre abril y junio de 2021, se registraron por lo menos 21 personas fallecidas y  1.113 heridas, según el Ministerio de Defensa. Sin embargo, de acuerdo con el Informe Ejecutivo de Temblores y su plataforma Grita, entre el 28 de abril y el 26 de junio se han reportado 4.687 casos de violencia policial, por su parte, Indepaz reporta 80 víctimas de violencia homicida a corte del 23 de julio.

¡Decidimos actuar!

El contexto de agitación que hoy se vive, y tuvo inicio en 2019, es el resultado de la falta de escucha y acciones ineficientes de un Gobierno que se ha negado a ver la realidad de su país. La suspensión del paro debido a la contingencia sanitaria a causa del Covid-19 no significó que los sentimientos y problemáticas de la sociedad cesaran, más bien, la crisis socioeconómica que provocó la cuarentena, profundizó y sacó a la luz el nivel de inequidad e inestabilidad económica de la ciudadanía colombiana

Todo esto, sumado a iniciativas gubernamentales como la denominada Ley de Solidaridad, encendieron de nuevo las llamas de una sociedad cansada, desencadenando las movilizaciones del Paro Nacional del 28A del 2021, donde nuevamente la violencia por parte de la Fuerza Pública y de la sociedad civil, pusieron en evidencia la negligencia estatal y la impunidad frente a estos casos

En El Avispero creemos que la participación ciudadana es vital para construir el país que tanto queremos y el derecho a la protesta es uno de los mecanismos que tiene la ciudadanía para involucrarse en los procesos democráticos. En el marco del paro que empezó el 28 de abril de este año y la serie de violaciones a los Derechos Humanos en medio de las movilizaciones, lanzamos #ParenYa, una campaña que exigía al Gobierno Nacional y a la Fuerza Pública el cese al fuego en contra de las personas que alzaban su voz en las calles. ¡Enviamos más de 198.300 correos! A pesar de todo, no hemos recibido respuestas claras por parte de las entidades responsables y seguimos viendo cómo la violencia continúa reprimiendo y silenciando las voces de quienes protestan en las calles.

Asimismo, a través de #SOSColombia enviamos más de 280.600 correos para presionar a diferentes personas e instituciones para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitara Colombia, ¡Y lo logramos! Respondimos a la persecución sistemática a la juventud que se moviliza, reclamando por un país con mayores y mejores oportunidades. Con El Eco de la Juventud le apostamos a ejercer presión sobre una construcción del CONPES de la Juventud que responda a las necesidades y sueños de la población joven colombiana.

No descansaremos en la búsqueda de una Colombia en donde a cada persona se le respete su derecho a alzar la voz ante las problemáticas que le y nos afectan. Te invitamos a estar pendiente de nuestras redes sociales para que no te pierdas ninguna de las campañas que lanzaremos con el fin de cumplir este objetivo: un país más tolerante, justo, sostenible, inclusivo y participativo. Síguenos en Instagram, Facebook y Twitter como @elavisperomov.

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